Ambroise Paré, (1510-1590)


Ambroise Paré estudia medicina en el Hotel Dieu. Como cirujano militar al servicio de la infantería francesa adquiere gran prestigio en diversos puntos geográficos de la convulsionada Europa de su tiempo. Sus servicios son solicitados por el pueblo raso y por los más encumbrados personajes de la época. Tiene que ver, como médico y cirujano, con varios reyes de Francia. Prefiere el uso de la lengua francesa al tradicional latín, revolucionario hábito en una privilegiada personalidad del renacimiento. Escribe, en francés, "La méthode de traiter les playes faictes par haquebutes et aultres bastons a feu et de celles qui son faictes par fleches, dards et semblables; aussi des combustions spécialmement faictes par la poudre a canon’" (Método para tratar las heridas de arcabuz y otras armas de fuego, y de aquellas que son causadas por flechas, dardos y similares; además de las quemaduras especialmente causadas por la pólvora de cañón").

Ambroise Paré estudia y resume los conocimientos anatómicos de Andreas Vesalio, cuya De humani corporis fabrica había aparecido en 1543. El francés pone al servicio de la cirugía los conocimientos vesalianos que superan los tradicionales errores contenidos en la enseñanza galénica cuya influencia marcara a occidente durante siglos. Paré comprende y aplica el concepto de la hemostasia por medio de la ligadura de vasos sanguíneos arteriales. Erradica el tratamiento de las heridas por cauterización con fuego o con aceite hirviendo. Para ilustración y motivación del lector curioso transcribimos el texto de Paré (3): " ...se me terminó el aceite y me ví obligado a sustituirlo por una emulsión hecha con yema de huevo, aceite rosado y trementina. Durante la noche yo no pude dormir con tranquilidad, temiendo encontrar las heridas, que yo no había podido cauterizar satisfactoriamente al tener que aplicar la anterior emulsión, infectadas por el veneno. Todo esto me hizo levantar de madrugada, para observar a los pacientes. Al verlas me sorprendí. Las que habían sido tratadas con el medicamento no daban dolor ni tumores, ni estaban inflamadas. El enfermo pudo descansar toda la noche. Por otro lado, las que habían sido tratadas con aceite hirviendo, producían fiebre y tumores alrededor de las heridas, acompañados de grandes dolores. Desde este momento, me propuse no quemar tan brutalmente a los pobres heridos por los arcabuces..."

El método experimental bautizado como tal y asociado al desarrollo de los conocimientos -especialmente en el campo de la fisiología- vendrá a consolidarse muchos siglos después de Paré.

Doctor Carlos Alberto Gómez Fajardo. Ginecólogo. Hospital Pablo Tobón Uribe. Miembro de CECOLBE. Facultad de Medicina Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia.

Comentarios

  1. Solo cabe esperar, que en los tiempos que corren, no hagan tales aberraciones.

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