Amputación de Larrey
El uso de mosquetes y artillería producía heridas y lesiones
complicadas. Larrey era partidario de amputar las extremidades muy dañadas,
pero, a ser posible, en las cuartro horas siguientes y no en los diez o veinte
días después, que era lo habitual.
La amputación temprana resultaba más
sencilla, menos dolorosa, se perdía menos sangre y se infectaba menos. Utilizó
el procedimiento de Le Dran, que consistía en efectuar la amputación realizando
un cono de base externa y vértice interno, con el área de corte a tres niveles
(piel, músculo y hueso).
Redujo así la mortalidad que entonces era muy alta. En
las heridas de la cabeza recomendaba la realización de trepanaciones si los
fragmentos óseos iban más allá de la tabla interna o habían lesionado la
duramadre.
En el terreno de la cirugía vascular hizo observaciones
interesantes: describió la patogenia de los aneurismas luéticos y los
mecanismos de hemostasia espontaneos en las lesiones arteriales. Observó que en
la sección completa de un vaso, la hemostasia sucedía rápidamente por la
retracción de los muñones y no por la formación de coágulos, cuando la sección
era parcial. Notó la formación de circulación colateral en la rodilla en la
oclusión o ligadura de la poplítea. Describió también las fístulas arteriovenosas
post-traumáticas.
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